SILVIA LANDI
ROMA / ITALIA
PROYECTO: THE OBESITY WAY
Giovanni, 47 años, vive en Roma (Italia), sufre de obesidad severa desde hace muchos años, y con el tiempo ha perdido y aumentado de peso, hasta llegar a más de 661 libras (300 kg). Siempre ha luchado contra su cuerpo, y la obesidad ha influido profundamente en su vida emocional y su trabajo. No tiene un trabajo fijo (trabaja de forma gratuita como camarógrafo de un canal de televisión por Internet), está separado y vive en el sótano de sus padres, en un apartamento lleno de escaleras empinadas y estrechas que hace que le sea difícil salir de casa.
Para aquellos que son obesos, el cuerpo puede convertirse en un lugar inhóspito, una prisión de la que no pueden escapar. Debido a su condición física y económica, Giovanni pasa mucho tiempo solo en casa. No le gusta ser visto en público o ir al cine, teatro u otros lugares públicos, porque a menudo, no hay sillas lo suficientemente grandes para él. Su peso y su condición física, no le permiten caminar lejos o hacer esfuerzos físicos sin tener crisis respiratorias. Por el momento, Giovanni no quiere ir en una dieta para bajar de peso, se niega a ir a un médico para controlar su estado de salud, o para recibir tratamiento en un centro especializado en cirugía bariátrica, porque tiene miedo de los riesgos de la operación quirúrgica.
La obesidad se ha convertido en un problema global, llamado Globesidad, y ahora es considerada una epidemia por la Organización Mundial de la Salud, que pone en peligro la salud de todas las naciones. De hecho, por primera vez en la historia humana, el mundo cuenta con más sobrepeso que las personas con bajo peso. La obesidad en adultos es más común a nivel mundial que la desnutrición, y la prevalencia de la obesidad en todo el mundo en más del doble entre 1980 y 2014. De acuerdo con los datos de la OMS, hay alrededor de 1,9 billones de adultos con sobrepeso, de los cuales 600 millones son considerados obesos.
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