PATRIZIA FAGIANI
VARSOVIA / POLONIA
PROYECTO: RETURN
Cada año un gran número de Judios jasídicos viajan desde Europa, Israel, Canadá, EE.UU., Ucrania, hacia pequeños pueblos en el sur de Polonia. Viajan con un pequeño papel en sus manos, en los que han escrito sus deseos.
Dejarán este documento en el Ohel, la tumba del tzadik. En el aniversario de su muerte, se cree que el tzadik vuelve a la Tierra para recoger los deseos y llevarlos directamente a Dios. A los pocos días de la jorcajt, el aniversario de la muerte tzadik, los pequeños pueblos de Lelów y Lezajsk resuenan de nuevo los pasos, las canciones, los bailes, las oraciones de los Judios jasídicos. Como era antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando en Lezajsk la mayoría de la población era judía. En sus voces, las voces de sus padres y sus antepasados, para los que esta tierra era el hogar.
El tzadik Elimelec Weissblum murió en Lezajsk en 1786 y el tzadik Dawid Biderman murió en Lelów en 1814.
A partir del siglo 18, el movimiento jasídico se extendió por toda Europa Central y del Este. Después del Holocausto, la comunidad jasídica fue prácticamente extinta.
